El compost es un abono orgánico 100% natural, de color café oscuro, de dulce aroma y rico en nutrientes.
El compost es mucho más que una parte importante del suelo, es absolutamente vital.
El compostaje entrega beneficios para el planeta entero, para la tierra y las plantas, y en primer lugar para ti mismo.
La Yoki tiene al centro un cilindro semi permeable donde se depositan los residuos combinándolos con aserrín u hojas secas, revolviéndolo de vez en cuando y manteniéndolo húmedo con agua.
Al compostarse los restos van lixiviando líquidos que fertilizan las plantas a su alrededor.
Son un buen camino para introducir a los niños en el mundo que les va a tocar; pueden aprender a reciclar residuos orgánicos produciendo compost con poco esfuerzo y gran placer. Se pueden utilizar para cultivar flores o hierbas culinarias o medicinales, son un buen complemento para la Kamba, ideales para tener cerquita de la cocina y un súper buen regalo.
Para compostar en una Yoki puedes usar los mismos ingredientes que usas en una Kamba.
El volumen de compost que puede obtenerse con una Yoki es pequeño, puedes usar varias Yoki o bien combinar un par con una Kamba o con una Keepa. Es ideal para niños, aprenden fácilmente el concepto del reciclaje y además ven los resultados de su propio cultivo.
Tenemos tres modelos de Yoki: L, M y S… sólo por cosa de gustos.
A pesar de sus diferencias de tamaño, se usan de la misma manera: plantando alrededor del cilindro donde se compostan los residuos y también se pueden usar con lombrices, incorporándolas en el cilindro.